martes, 3 de abril de 2012

CUANDO LLEGUE LA HORA


       Una de las experiencias más seguras de la vida de un humano, aunque resulte paradójico decirlo,  es la muerte. En algún momento te topas con ella. A pesar de cualquier esfuerzo que se haga  por evitarla, en menos de lo que resulta un parpadeo la tienes de frente dándote un bofetón tan fuerte que si no estás bien parado, en el mejor de los casos, te hace caer de bruces  y muchos, del impacto quedan  siempre tirados en el suelo, aunque sólo la haya visto pasar. Es la muerte algo natural de la vida, cuando se ha vivido, es el cierre natural del ciclo. Así debe ser vista, como algo natural. Si tenemos consciencia de ello, para este episodio inexorable, también debemos estar preparados.  No te asustes! No preparado sólo para morir, cuando después de una larga vida sana y plena  llegue la hora.  Tampoco para ver morir.  No sólo es eso a lo que me refiero. Es VIVIENDO  que nos preparamos para la muerte. Es ser conscientes de que ocurrirá pero como nadie sabe cuándo, es necesario vivir cuanto más puedes  hacerlo. Es ayudar a vivir a otros cuanto tú más puedas hacerlo.Vivir, como leí en alguna parte "como si fuera el último día" aunque te lleve toda una vida. No perder un momento para vivir  y hacer las cosas que te gustan.  Hacer feliz a la pareja que Dios te ha dado y que tanto hace por ti . Si eres padre o haces las veces de padre, guía, maestro, tutor...disfrutar de los hijos, sal a pasear con ellos y no se trata de paseos costosos porque nada hace más feliz a un niño que jugar con sus papás en el parquecito de la esquina. Muéstrales el mundo, hazle conocer la realidad y juega y ríe con ellos . Sabes dicen que si quieres ser feliz...debes mirar a un niño y emularlo. De seguro en tú familia hay ancianos, escúchalos en sus historias repetidas  muéstrales interés... es sencillo, haz que rían y complácelos. No descuides a tus  hermanos cada uno es parte de ti, sé realmente un hermano.  Hazte amigo de tus yernos y nueras, ellos son los otros hijos que el Señor te mandó. Inventa comidas, fiestas, reuniones, paseos, toma fotos para el recuerdo, para los marcos de la sala, deja huellas positivas, así puedes pasar toda una vida ( 50,70, 90 años y más...) y cuando , al final , llegue la hora, habrá valido la pena todo. No esperes regalar flores a tu madre al final cuando ella no pueda verlas, si aún tienes tiempo compráselas ya, hoy. Regálale algo a tú padre, sal con él si aún puedes, camina con el por el jardín, la acera, por el porche ... que el sienta a su hijo, que sienta a su nieto... que sienta su obra y sea feliz. ¡ Que bueno es esto! Que no te de pena. Dar amor no es algo vergonzoso. Cuándo fue la última vez que abrazaste a tu hijo, a tus padres ? En lo personal, la última vez que abracé a mi papá fue cuando ya no podía ni hablar y su respiración era entre cortada, pero, tu aún tienes más oportunidades.  Siempre hay alguien que te necesita. No hay trabajo, ni poder, ni jefe, ni dinero, ni problema,ni ataduras,ni distancias, ni tiempo que te lo impida. Recuerda, en la medida  que hagas a los tuyos feliz tú lo serás en consecuencia. No hay excusa que valga ... ve y hazlo, conéctate a la verdadera vida, lo demás es ilusión, engaño, pasajero...recuerda que el poder de vivir y convivir está dentro de ti.



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