EL NEUROLÍDER

  "Enseñar sin saber cómo funciona el cerebro es como querer diseñar un guante si haber visto nunca una mano"   Leslie Hart

   Para Arnaldo Arenas, De Gerencia,

el neuroliderazgo es     "una perspectiva  revolucionaria y novedosa en cuanto a la conceptualización  del líderazgo y de los factores claves para su ejercicio eficaz." Es decir, es una concepción   cuyo eje  central es el conocimiento del cerebro, de cada una de sus partes, su funcionamiento, sus implicaciones y alcances, su fisiología y de cómo estos puede influir en las acciones del individuo. Define así, que el liderazgo tiene un base neuronal y que esta condición pone énfasis en el desarrollo de las capacidades personales e individuales del cerebro. Si consideramos los elementos intelectuales y emocionales, relacionadas a decisiones tomadas, eficacia para la resolución de problemas, la forma como se produce los trabajos con grupos, las capacidad de adaptación a las nuevas situaciones...entonces llegaremos a la conclusión que cada cerebro representa  una forma distinta de enfrentar al mundo.

     Así pues, más que por conocimientos teóricos y prácticos  al neurolíder se le identifica por su condición intuitiva y creativa  ante situaciones  realmente trascendentes. En estas situaciones el neurolíder se destaca por la capacidad de su cerebro para reformarse, remodelarse y reorganizarse, porque los cambios del medio así lo  exigen. Su experiencia y su capacidad de asociación  se proyectan para resolver los problemas porque ha desarrollado una gran fuerza de atención rápida a cada  situación y  es capaz de visualizar, al mismo tiempo, una solución igual de trascendente como el problema.

     Para Néstor Braidot, "los verdaderos líderes son quienes tienen el cerebro preparado para decidir sobre la marcha, en el momento. Ya no hay tiempo para imaginar escenarios porque la velocidad en que cambian  las circunstancias no lo permite. Tampoco hay tiempo para estudiar el caso, mucho menos para aplicar una solución aprendida". Cuando comprendemos estas palabras comenzamos a visualizar esos líderes y a diferenciarlos de los otros, recordamos situaciones de catástrofe natural y vemos los neurolíderes en acción cuando el resto ve perdido todo surgen dejando las más grandes historias. 

      

     Recuerdo un episodio donde un deportista de alto riesgo iba en su  pequeña embarcación río caudaloso y fuerte abajo, no pudo maniobrar y     se volteó quedando atrapado entre unas rocas sin poder  salir  a flote. Un minuto, sus amigo, también deportistas, intentaron llegar a él sin éxito, pues sus vidas corrían riesgos. Dos minutos, dieron vueltas por la piedras, colocaron una soga y nada. Tres minutos, repitieron acciones pero la balsa permanecía atrapada y el  deportista bajo el agua. Cuatro minutos, y la desesperación aumentaba porque sabían que sólo cinco tenían para sacarlo vivo, luego ya no tendrían más opción. Cuando escucharon un grito de un hombre que decía: _Ayúdenme  a llegar a la piedra! !Por favor, ayúdenme a llegar a la piedra.  Era un conocedor del río que, por su experiencia, ayudaba a los cuerpos de rescate a localizar personas entre las agua. Dos minutos después, había liberado el cordón que  retenía al deportista del pequeño barco y después reanimarlo y una terapia intensiva en un hospital el accidentado, logró salvar su vida. 

     Este es sólo un pequeño ejemplo de uno de esos neurolíderes,  que andan siempre cerca y oportunos. A veces ni ellos mismos pueden explicarse cómo lo hicieron pero algo les dijo que debían hacerlo. No había tiempo para pensar tanto y alguien  tenía que hacerlo y lo hizo, a pesar del riesgo que ello implicaba. Sabía que podía hacerlo. El neuroliderazgo no propone recetas mágicas sólo propone el desarrollo de las condiciones   propias sobre las bases de cómo funciona el cerebro de la persona. Porque como también lo dijo Braidot  " Las nuevas herramientas no están afuera, sino dentro de cada uno de nosotros". Desarrolla las tuyas...pero primero, descúbrelas.