viernes, 18 de enero de 2013

USTED...SIENTE ALGÚN ODIO ?

Una buena pregunta. Pero antes de llegar a una posible respuesta, analicemos, brevemente, el significado de la palabra ODIO:

...es una emoción de profunda aversión hacia una persona, cosa o fenómeno.

FREUD, lo define como un estado de yo que desea destruir la fuente de su infelicidad.

...desde lo FILOSÓFICO, se considera el odio como difícil de definir ubicándolo como lo contrario al amor   .

...además PSICOLÓGICAMENTE se considera de larga duración y que es más una actitud o disposición que un estado emocional.


Con este pequeño recorrido de difiniciones de la palabra ODIO encontramos que éste, de  llegar a posesionar a una persona, se transforma en una emoción humana profunda, lo que hace suponer que llega a dominar las aciones cotidianas de ese ser  sin que él  pueda percatarse de la situación y , peor aún, sin que pueda librarse fácilmente del mismo.

Imaginemos por un momento que sea un sentimiento de odio el que domine a la hora de conducir una familia, un hogar, un aula de clases, una junta de vecinos o simplemente, un vehículo por una calle cualquiera...¿se imagina?


Ahora, vislumbrando el punto de vista de Freud nos damos cuenta que, el odio, no es sólo un sentimiento de aversión  cualquiera, es un sentimiento o una emoción que te mueve a la acción dirigida a eliminar, destruir...en el sentido más negativo de la palabra. Y si el odio es lo contrario al AMOR... entonces,  no es difícil imaginar las consecuencias del primero.

Finalmente, una vez introyectado el odio por cualquier vía en nuestra mente (por crianza, por los medios de comunicación, por razones personales, grupales, religiosas, políticas, bélicas...etc ) debemos saber que no será cosa temporal o circunstancial, será de larga duración, transformando ese ODIO en una actitud ante la vida que te hará ver el mundo a través de ese cristal.

Entonces, estudiarás odiando, te casarás odiando, compartirás odiando, tendrás un hogar, una familia, un perro odiando... ¡Vasta!..porque sería entonces, vivir muriendo, estar vivo pero al final de la vida sentirse muerto. Los ejemplos estan alrededor de todos nosotros y , a veces en nuestra propia vida. La imagen es penosa... verdad ?

Si se odia a un ser humano y así, deseamos destruirlo, entonces, al final de nuestras vidas, corremos el riesgo de ser  una de las principales víctimas.María J. Márquez.

 
El veradero poder,  de impedir que el  odio domine tú mente y  tú corazón, que en definitiva es lo mismo, está dentro de ti... Descúbrelo a tiempo.

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